La escandalosa campaña del candidato republicano Donald Trump contra los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos no sólo se ha caracterizado por sus falsedades y estereotipos sino que ha sido tremendamente injusta al pasar por alto las históricas contribuciones de esta comunidad al engrandecimiento de este país. Cualquiera que haya estudiado a fondo la historia de la Unión Americana sabe que no existe prácticamente una actividad o área en la que las aportaciones de los mexicanos no sean invaluables, desde la agricultura y los negocios, hasta las fuerzas armadas, la comida, la música, el arte, el deporte e incluso la ciencia.

Estimada en unos 35 millones de personas, la comunidad mexicana es una de las más antiguas y numerosas de la Unión Americana. Su presencia es palpable en todo el territorio nacional, desde California, Nevada y Texas hasta Florida, Illinois, Nueva York, Oregon, Ohio y Washington.
Sus cualidades, sin embargo, van más allá de su fuerza numérica. Diversos académicos como el demógrafo David Hayes Bautista resaltan que este grupo se distingue por tener valores altamente apreciados en la sociedad estadounidense como “su gran capacidad para el trabajo, su ética laboral, su apego a la familia y sus deseos de superación”.

Economía

Numerosas actividades, entre ellas la agricultura, la industria de la construcción y el turismo sobreviven gracias al arduo trabajo de los mexicanos, tanto residentes legales como indocumentados. Estos últimos muchas veces son explotados doblemente porque no reciben el salario que merecen y deben pagar impuestos sin recibir beneficios a cambio. De acuerdo con una investigación del Instituto de Política Fiscal y Económica, los indocumentados en Estados Unidos pagan anualmente 11,600 millones de dólares.

Los inmigrantes mexicanos tienen, además, una iniciativa y determinación únicas para vencer obstáculos y convertirse en empresarios. El Instituto de los Mexicanos en el Exterior estima que este grupo es dueño de alrededor de 540 mil pequeñas empresas que globalmente generan un ingreso de $17 mil millones de dólares. Otro estudio del Partnership for a New American Economy indica que el 28% de los negocios en Estados Unidos pertenece a inmigrantes y le da empleo a cerca del 10% de los trabajadores de este país. De esos negocios el 12% son propiedad de mexicanos.

Frente de batalla

Una de las áreas que pocas veces se menciona es el importante papel que han desempeñado los mexicanos en las fuerzas armadas de Estados Unidos. Desde la Guerra Civil hasta la de Afganistán, cientos han sido condecorados con Estrellas de Plata y de Bronce, Corazones Púrpura y Medallas de Honor. Algunos de los héroes más conocidos incluyen al legendario Marcelino Serna quien, a pesar de ser indocumentado, participó en la I Guerra Mundial y capturó a 24 soldados alemanes.

Otro caso sobresaliente es el del mexicoamericano Guy Gabaldón, quien en la II Guerra Mundial capturó a más de mil japoneses, un récord que no ha sido igualado por ningún otro militar en la historia de Estados Unidos.

Cultura

Si bien la comunidad mexicana que reside en Estados Unidos ha asimilado las costumbres y tradiciones estadounidenses, también es cierto que ha influenciado de manera decisiva la cultura de este país. Celebraciones como el Cinco de Mayo, la Rosca de Reyes y el Día de Muertos ganan cada vez más adeptos en todo el país; el español es el segundo idioma más hablado a nivel nacional, el tequila se consume ahora en los mejores restaurantes, la música de mariachi es altamente apreciada al igual que la salsa, el guacamole y los tacos.

En Hollywood, actores como Salma Hayek, Demian Bichir, Diego Luna y Gael García Bernal han seguido los pasos de leyendas como Dolores del Río y Ricardo Montalbán. Y en el complejo campo de la dirección, cineastas de la talla de Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón han puesto muy en alto el nombre de México.

De igual manera, abundan los mexicanos destacados en los deportes desde los que han pasado a la historia como el lanzador Fernando Valenzuela hasta figuras actuales como el boxeador Saúl Álvarez, el pelotero Adrián González y el futbolista Giovani Dos Santos.

Son también sobresalientes las contribuciones de los mexicanos en el avance de la educación como el caso de Gonzalo Méndez quien, junto con su esposa Felícitas, entabló en 1944 una demanda histórica en el condado de Orange que sentó las bases para terminar con la segregación escolar, no sólo en California sino en el país.

En el campo de la ciencia vale la pena destacar al científico mexicano Mario Molina, quien recibió el Premio Nobel de Química en 1995 por haber descubierto un agujero en la capa de ozono que permite el paso de los rayos ultravioletas que afectan la salud de los seres humanos. Sus estudios sirvieron para prohibir la fabricación de clorofluorocarbonos que son los causantes de ese problema.

En suma, las aportaciones de los inmigrantes mexicanos a Estados Unidos son tan ricas y variadas que se necesitaría un tratado exhaustivo para hacerles justicia. Por ello, es claro que quienes se dedican a denigrar a esta comunidad, como el caso de Donald Trump, basan sus apreciaciones en mitos y prejuicios que finalmente sólo demuestran su racismo e ignorancia.