Hablar del Nacional Monte de Piedad es remontarse a la obra de su honorable fundador, el Conde de Santa María Regla, Pedro Romero de Terreros, hombre acaudalado y justo que dedicó gran parte de su patrimonio a la caridad, siendo su gran obra, la creación del Nacional Monte de Piedad.

Con miras hacia su fundación, Pedro Romero de Terreros presentó múltiples trámites ante la Corona de España, hasta que el 2 de junio de 1774 obtuvo del Rey Carlos III la aprobación para fundar en la Nueva España el Monte de Piedad con una aportación de 300 mil pesos oro. Bajo la supervisión del Virrey Antonio María de Bucareli, el 25 de febrero de 1775, abrió sus puertas esta magna casa de empeño con el nombre de Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas de México.

La primera transferencia fue realizada por Don Francisco Carabantes, quien empeñó un aderezo de diamantes, por el cual le prestaron 40 pesos; la segunda, la realizó Don Manuel Salgado, quien empeñó un cabriolé de raso de brocado azul, por el cual recibió un préstamo de 70 pesos. En su día inaugural, la Casa Matriz del Monte de Piedad realizó 22 empeños y prestó 575 pesos oro.

Desde su fundación, se estableció que el Monte de Piedad sería una institución de carácter asistencial y caritativo, por lo que inicialmente su fomento dependió de las limosnas dadas por los pignorantes, transformándose en breve tiempo, en el pago de intereses para el sostenimiento de la Institución, como se realiza hasta nuestros días.

Referencias
Revista Bicentenario
Nacional Monte de Piedad
Asociación Mexicana de Profesores Inmobiliarios