Aunque la credencial de elector tiene sus primeros antecedentes en unas tarjetas de cartón con las que los ciudadanos acudían a votar, ésta, con algunas de las características con la que la identificamos hoy, surgió tras la reforma electoral de 1990, cuando con la intención de dar certeza electoral a los mexicanos, el entonces IFE aprobó, el 3 de julio de 1991, la credencial con fotografía, el único instrumento oficial mediante el cual los ciudadanos pueden ejercer su voto.

Sólo unos meses después se aprobó que ésta pudiera ser un elemento de identificación ciudadana y que sirviera para realizar diversos trámites ante instituciones públicas y privadas: sacar un pasaporte, adquirir una propiedad, cobrar un cheque, entre otras.

La primera credencial se emitió en 1992; a partir de entonces, para garantizar que no pueda ser falsificada, se ha utilizado la más alta tecnología en su elaboración. En la primera versión se incluyeron 9 características o elementos de seguridad, algunos que sólo podían ser visibles mediante rayos ultravioleta o un lector óptico de rayos infrarrojos, un holograma único, y fueron hechas de un material con base en el teslin, elemento que ante cualquier intento de alteración, ocasiona que la credencial se destruya.

Aunque el IFE emitió otros dos modelos de credencial (2002 y 2008) el 30 de mayo de 2014, ya como Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó un nuevo modelo de credencial con 15 elementos de seguridad (10 visibles, 3 no visibles y 2 táctiles) apegados a los más novedosos sistemas de seguridad.

Su diseño está basado en colores de tintas ultravioleta perceptibles con luz negra o luz ultravioleta; tinta OVI, cuyos colores cambian en función del ángulo de la luz; microtextos que no son legibles a simple vista; elementos táctiles; fotografía fantasma con datos variables; un fondo en alta resolución que permite la generación de imágenes mediante líneas finas y patrones repetitivos (diseños Guilloché, como los que se utilizan en los billetes) y un código QR, que permite, a través de un teléfono inteligente, acceder a los servicios que ofrece el INE en su página WEB; entre otros.

Además, se implementó que, a petición del ciudadano, su domicilio aparezca “encriptado”; y su vigencia será de 10 años a partir de su emisión.

Referencias:

El ABC de la credencial para votar. Instituto Nacional Electoral. Sitio oficial.
Las medidas de seguridad en la credencial de elector con fotografía. José D. Ibarra D. IIJ-UNAM.

Referencia de imagen:
Instituto Nacional Electoral. Sitio oficial.